Palabras de la Directora

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Cada año nuestro jardín Pimpollo renueva las expectativas de un trabajo pedagógico basado en el amor y la confianza, sabiendo que nuestros pequeños alumnos están transitando por una etapa fundamental en su crecimiento. Años de infancia, días de juegos y aprendizajes, vivencias simples y profundas. Acuerdos y desacuerdos, debates y diálogos. Aprender a compartir. Etapa para construir, fantasear, imaginar.

La educación preescolar  es el momento clave, la raíz, la simiente de la constitución afectiva y emocional. De acuerdo al modo que cada uno de los chicos sea amado, protegido y resguardado en estos años, será como desplegará su vida futura.

Es por esto que en el Jardín ponemos tanto énfasis en promover una crianza familiar que les brinde contención, confianza y arraigo emocional.

Pondremos todo de nosotros para que nuestros chicos aprendan, jueguen y se diviertan en un clima de afecto y seguridad, elementos  fundamentales para los años de una infancia feliz.

El Jardín los recibe abriendo puertas, iluminando salas, despertando oportunidades, tratándolos con dulzura, dedicación y que crezcan con  autonomía y límites que los orienten.

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Esa es nuestra tarea.